miércoles, 2 de agosto de 2006

A Un Gentil Hombre con Sangre Gala

Siento que no debería estar aquí ahora. No solo porque tenga cosas más urgentes que hacer, ni porque una orden perentoria esté sobre mi cabeza. De hecho, ni siquiera lo siento; lo sé.
Debería estar lejos de aquí, caminando un largo trayecto, con unas cuantas flores retenidas en mi mano, sin intención de despertar a los que ya duermen (nadie debería tenerla, y menos llevarla a cabo) Caminar por un largo pasillo, flanqueado por piedras que guardan mil y un afectos y rencores; mil y un perdones y recuerdos; mil y un memorias y olvidos, hasta llegar a mi destino y al tuyo, a aquella piedra que porta orgullosa tu nombre y recuerdo.

Francisco Rippes Pérez
¡Un solo nombre puede traer tantos recuerdos! tan alegres como dolorosos... pero creo que es el tuyo el que sólo me trae los alegres, a excepción de uno: de aquel día fatídico, hace exactamente un año.
Creo que fue después de esa semana en que mis lágrimas se secaron casi completamente, y fue sólo hasta hace poco menos de un mes que volvieron a aflorar, aunque las razones fueran absolutamnete distintas.

Una vez leí las siguientes palabras:

"Sé que cuando yo desaparezca, los demás olvidarán lo que hice, olvidarán lo que dije, pero quizá nunca olviden cómo los hice sentir"
Bueno, estoy segura de que al menos no olvidaré dos de aquellas cosas, pero deberé ejercitarme para retener en mi memoria tus gestos, tu voz y tu rostro, porque no es algo que me gustaría perder. Y, de todas formas¿ cómo podría olvidarme de tus anécdotas, y de la historia de tus ancestros? si me la contaste las veces suficientes como para recordarla con claridad... pero no viene al caso escribirla aquí.
¿Cómo podría olvidarme, también, de la vez en que me revelaste el origen histórico de mi nombre? ¡Qué me importaba que la tropa de incompetentes de mi colegio no supiera pronunciarlo, si Marianne era la mujer símbolo de la Revolución Francesa! Eso lo recuerdo perfectamente, cuando me lo dijiste en tu estudio (aquel estudio que siempre visito), justo donde tienes el cuadro del Arco de Triunfo y el retrato de la Berta. Es un lindo recuerdo, y vaya que lo recuerdo, si más de una persona puede dar fe de ello.

Tagore dice "Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas" Bien pues, ya no lloro, sólo lágrimas ocasionales, pero ya no lloro. No quiero pensar en lo que no es, si no en lo que fue. Ya no guardo en la memoria cosas perdidas, si no cosas pasadas, pero que aún existen. No me considero una persona fuerte ni insensible, me considero una persona feliz, asi como tú lo fuiste en tu tiempo. Feliz y agradecida de la vida; ese fue tu mayor legado, para mí al menos. y eso es algo que no voy a perder nunca.

Je t'aime, grand-papa