miércoles, 19 de septiembre de 2007

Auto-retrato

Para que la pequeña Angelita deje de alegarme,
Y para que el fantasma de la actualización me deje de penar.
(Escrito originalmente para una tarea de filosofía, que por lo demás nunca entregué)
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Diré, para empezar, que no me gusta el sol, excepto cuando hace frío y en otras contadas ocasiones, y que es por esto mismo que mi piel sigue casi tan blanca como cuando nací. Tampoco mi rostro ha cambiado mucho, pues mis rasgos no se han endurecido con el tiempo. Diré también que tengo altura y peso suficientes, que mis orejas nunca se han perforado (y que, de todas maneras, se quedarán así) que de la nariz hacia abajo me parezco a mi padre, y que de los ojos hacia arriba, a mi madre.
Por otra parte, e indagando en lo que realmente me interesa, diré que me considero una persona amable, amante de las letras y la música, conocida de al menos tres de las nueve hijas de Zeus, amiga a ratos de Morfeo y admiradora de Artemisa y de María Luisa Bombal. Dulce en el trato con varias personas, tozuda la mayoría del tiempo, a veces muy ególatra y otras tantas muy autocrítica y perfeccionista.
No considero por cierto a los otros como incompetentes, pero prefiero hacer las cosas por mi cuenta. No soporto a los ignorantes por opción propia, tampoco a los inconstantes y menos a los insistentes.
No tengo una gran cantidad de amigos, pero los que tengo son sin duda insuperables. Mi vida social no es de lo más agitada, pero ¿para qué tener más, si no es necesario?
Ante esto, he de decir que soy muy reservada, cosa que me ha cobrado la cuenta ya varias veces, pero que sigue siendo una constante en mi persona.
Considero la confianza como una de las cosas más valiosas que existe, por lo mismo no soy capaz de traición, aunque quizás si de venganza.
Diré, para finalizar, que me considero una optimista bien informada, pues conozco algunas de las paradojas de la vida y sé que no todo es tan maravilloso como se pinta, pero sé a ciencia cierta que no hay mal que un bien no traiga consigo, y que siempre se le puede ver el lado coca cola a la vida.