jueves, 17 de abril de 2008

Año D

Aquí no hay margen de error posible: todo debe salir a la perfección. No se permiten atrasos, otros proyectos, otras entregas, cambios de fechas, ¡menos aún salidas al baño!
Aquí ya no cuentan las ideas nuevas, los matices, las técnicas innovadoras, los libros que te tincan, las películas que aún no puedes, pero te mueres de ganas de ver. No caben aquí las nostalgias, los atrasos, quedarse pegado mirando las nubes o las hojas que comienzan a caer, amarillas y secas, invitándote a jugar un rato, a pisarlas y oírlas crujir como hace más de 10 años, quizás.
No hay tregua para la poesía, para el patio, las caminatas eternas, para ocupar un cuaderno con ideas vagas y proyectos, no hay tiempo tampoco para realizar nada de lo que se ha propuesto para este año, nuestro año, el 2008 que no es más que una estación de paso, del metro, donde buscas algo de prisa en tu mochila antes de entrar al vagón.
Olvídese de lo recreativo, lo lúdico y lo placentero. Aquí sólo caben sus libros, sus cuadernos y unos lápices que apenas le dejan espacio a usted. Salude mejor a los agentes estresores, al dolor de espalda, de estómago, de cuello, de muñeca y de cuanta cosa pueda quedar adolorida en su cuerpo. Despídase de forma aún más cordial de su tiempo libre, puede que no lo vea por una temporada larga. Restrinja un poco esas escapadas al centro, paseando hacia quién sabe qué calle, y donde lo único importante es no soltar esa mano que a veces se necesita con urgencia, además de parar de cuando en cuando, especialmente en las luces rojas, para no morir despedazados por los santiaguinos desenfrenados.
Probablemente lo malo de este año sea una mosquita apestosa y eliminable comparado con lo que pasará durante nuestras vidas, pero es inevitable agobiarse cuando el tiempo va en contra, y cuando un movimiento en falso puede ser fatal para la integridad anímica del momento.

Parece que no hay margen de error posible, y yo aquí, necesitando con urgencia un lapso de tiempo para detenerme, respirar e improvisar un poco.